Ciudad de México, México. 17 de Septiembre de 2025.- Los colores son parte esencial de la identidad mexicana: nos rodean en el arte popular, la naturaleza y nuestros símbolos patrios. Entre todos, hay tres que se han convertido en emblema de nuestra historia: el verde, blanco y rojo presentes en la bandera nacional.

Desde 1821, estos colores fueron elegidos como emblema de la independencia, pero fue en 1823, durante el imperio de Agustín de Iturbide, que se instauraron oficialmente. Con el tiempo, sus significados evolucionaron: al inicio el verde representaba la independencia, blanco la religión y el rojo la igualdad entre mexicanos y europeos. Años después, con Benito Juárez, se redefinieron como hoy los conocemos: verde por la esperanza, blanco como unidad y rojo los héroes nacionales.

Sabías que…

En julio de 2008, una encuesta del portal español 20minutos.es eligió a la Bandera de México como la más bonita del mundo, con más de 901 mil votos.

Además, estos colores son inspiración en el arte popular mexicano. Aparecen en los alebrijes, donde las formas fantásticas se llenan de tonalidades vibrantes que despiertan la imaginación. Están en los textiles artesanales, tejidos que narran las tradiciones de nuestras comunidades y preservan su historia en cada hilo. Y se despliegan en el papel picado que ondea durante las celebraciones.

De esta manera, el tricolor es más que un símbolo oficial: se transforma en parte de la creatividad cotidiana. Crayola acompaña a los niños en este viaje de descubrimiento, ofreciendo materiales que les permiten transformar la historia y los símbolos de su país en obras de arte propias. Sus lápices de colores, de puntas resistentes, duraderas y fáciles de borrar, les brindan la libertad de explorar y expresarse sin límites.

Así, cada trazo se convierte en un puente entre la tradición y la imaginación, fortaleciendo la creatividad mientras celebran lo que significa ser mexicanos. Desde colorear su propia bandera hasta diseñar figuras inspiradas en los alebrijes, desarrollan coordinación, concentración y confianza en sus capacidades mientras se divierten.

Cuando los niños comprenden el simbolismo de los colores de su bandera, también desarrollan la capacidad de reconocer estos tonos en otras banderas del mundo, como las de Italia, Hungría o Irán. Aunque comparten tonalidades similares, cada nación les da un significado en Hungría, el verde refleja la fertilidad de sus tierras, el blanco la libertad y el rojo la fuerza del pueblo.

Con los plumones Swirl de Crayola, que combinan dos colores en un solo trazo, los niños pueden explorar estas diferencias de manera divertida y sorprendente, dibujando y comparando banderas mientras descubren cómo los colores se mezclan y adquieren vida propia. Así, el arte se convierte en un puente entre la creatividad y el aprendizaje, fomentando la curiosidad, apreciación cultural e imaginación.

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