● Mexicráneos llega al Hotel Camino Real Polanco con “Mictlán: no es el fin, es solo el camino”, una exposición que celebra la vida, la memoria y la identidad mexicana a través de 12 cráneos monumentales intervenidos por destacados artistas nacionales.

● La muestra incorpora una ofrenda diseñada por BLANC florería, una instalación floral que reinterpreta los elementos tradicionales del altar desde una mirada contemporánea, sumando un toque de luz y simbolismo al recorrido.

Ciudad de México, octubre de 2025. La tradición más colorida de México vuelve a tomar forma monumental. Mexicráneos, la exposición de arte público que ha conquistado avenidas, museos y corazones dentro y fuera del país, llega este año al Hotel Camino Real Polanco invitando a recorrer el tránsito entre la vida y la muerte a través del arte.

Bajo el título “, la muestra reúne 12 cráneos monumentales intervenidos por destacados artistas como Menchaca Studio, Rich Arnauda, Erick Nadamás, Mariana Arregui, Carlos Xi, RebelMaru, Hidrock y Xaacto Navaja, entre otros. Cada pieza es una interpretación única del vínculo entre la memoria y la existencia, una narrativa visual que transforma el duelo en celebración y el silencio en color.

Desde los patrones wixárikas de “La Fiesta de la Vida en la Muerte”, hasta la fuerza simbólica de “Fuerza y Unión” o la mirada introspectiva de “Del Vacío”, la exposición refleja la diversidad creativa que distingue al arte mexicano contemporáneo. Las obras se integran al entorno arquitectónico de Camino Real, convirtiendo la Fuente del Eterno Movimiento, Motor Lobby y Lobby del 3er piso, en un homenaje vivo a las emociones que nos conectan con nuestras raíces.

La experiencia se complementa con la Ofrenda monumental de 16 m² diseñada por BLANC florería, es una instalación que reinterpreta los elementos tradicionales con una estética contemporánea con más de 10 mil tallos de flores de cempasúchil, nardo, nube y flor de terciopelo; velas, agua y papel que cobran vida a través del diseño y la iluminación, invitando a los visitantes a recorrer un camino simbólico hacia el reencuentro y la gratitud.

Cada elemento en la Ofrenda tiene un significado especial, y las flores juegan un papel fundamental. Además de su significado espiritual, ya que simbolizan que la vida y la muerte forman parte de un ciclo continuo.