Ciudad de México, 8 diciembre 2025.- Con el aguinaldo y otros ingresos extra de fin de año, muchas familias encuentran un buen momento para retomar asuntos pendientes. Esta prestación laboral no solo ayuda a cubrir gastos típicos de la temporada, como Navidad o Año Nuevo, sino que también brinda la oportunidad de atender temas patrimoniales, financieros o legales que suelen dejarse para después.
Una encuesta de la plataforma financiera Kardmatch señala que entre quienes recibirán aguinaldo ese año, aproximadamente 4 de cada 10 ya tenían comprometido ese dinero para pagar deudas.
Esto muestra que, cuando se cuenta con recursos adicionales, es especialmente valioso destinarlos a acciones que brinden estabilidad y claridad a largo plazo como tramitar un testamento. A nivel nacional, sólo 4.7 % de los adultos mexicanos cuentan con un testamento, de acuerdo con datos recientes del Registro Nacional de Testamentos.
Estos datos revelan un panorama claro: por un lado, la baja penetración de la cultura testamentaria en México, y por otro, el uso del aguinaldo principalmente para cubrir obligaciones inmediatas.
Con base en este contexto, Mi Legado propone considerar parte del aguinaldo para:
Formalizar o actualizar un testamento, un paso fundamental para asegurar que bienes y voluntades estén protegidos legalmente.
Organizar y resguardar documentos esenciales —como actas, pólizas, contratos e identificaciones— para facilitar trámites y evitar cargas futuras a las familias.
Crear un fondo de respaldo o ahorro, aunque sea con un monto pequeño, aprovechando el ingreso extraordinario de fin de año.
Centralizar la información legal y patrimonial familiar en un espacio seguro y accesible, que permita una planeación más ordenada.
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