* El ecosistema fiscal mexicano vive uno de sus años con mayor saturación de información. Las organizaciones que no trabajen con datos confiables y actualizados enfrentarán un cierre fiscal más complejo y con mayores riesgos operativos.
Ciudad de México, 16 de diciembre de 2025.- El cierre fiscal de 2025 se presenta como uno de los más demandantes para la profesión contable. Entre enero y octubre, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) registró más de 28.5 mil millones de CFDI emitidos, una tendencia que apunta a superar los 33 mil millones al finalizar el año.
El volumen obliga a los despachos y empresas a revisar y conciliar grandes cantidades de datos en menos tiempo, con un nivel de precisión más alto. Esta presión se incrementa debido a que las revisiones electrónicas continúan al alza. El Informe Tributario y de Gestión del SAT señala que estas revisiones han aumentado su alcance gracias al cruce automático de comprobantes, declaraciones y operaciones reportadas. El modelo de “cumplimiento continuo” es ya una práctica establecida, lo que convierte al cierre fiscal en un proceso acumulado durante todo el año.
Entre las inconsistencias que más detecta la autoridad destacan la clasificación contable incorrecta, la falta de conciliación entre CFDI y operaciones, y errores derivados de información duplicada o incompleta. Aunque México cuenta con uno de los sistemas de facturación electrónica más avanzados —como ha señalado la OCDE en múltiples evaluaciones disponibles, gran parte de los procesos dentro de los despachos sigue siendo manual, lo que incrementa la posibilidad de errores al cerrar el ejercicio.
La digitalización como vía para un cierre fiscal seguro
El cierre fiscal de 2025 confirma la necesidad de que los despachos operen con herramientas que permitan revisar, depurar y relacionar información de forma ordenada y oportuna. La carga documental ya no puede gestionarse sin apoyo tecnológico, por lo que la digitalización se ha convertido en un componente central del trabajo contable.
En este contexto, Siigo Fiscal, parte del ecosistema de Siigo Aspel, se ha posicionado como una herramienta diseñada específicamente para enfrentar esta etapa del proceso contable en México. Su función principal es ayudar a que los despachos tengan control sobre el ciclo completo de información fiscal. Entre sus beneficios destacan:
- Conciliación automática de CFDI, lo que permite identificar diferencias entre comprobantes y registros contables sin recurrir a procesos manuales.
- Detección temprana de inconsistencias, como documentos duplicados, cancelaciones no reconocidas o relaciones incompletas entre CFDI y operaciones.
- Organización documental centralizada, facilitando el acceso a la información fiscal necesaria para validaciones internas o futuras revisiones del SAT.
- Visión clara del estatus fiscal del cliente, lo que permite anticipar posibles desviaciones antes de presentar declaraciones.
- Procesos de revisión más ágiles, al reducir tareas que suelen extenderse durante el cierre y que afectan la calidad del análisis financiero.
El uso de este tipo de herramientas no solo apoya el cumplimiento regulatorio, sino que permite que los equipos contables dediquen más tiempo a interpretar la información y generar valor para sus clientes o empresas. La operación manual ya no es suficiente para sostener el ritmo de crecimiento en la emisión de CFDI ni la exigencia de precisión que demanda la autoridad fiscal.
El cierre fiscal de 2025 marca un punto de transición. Las organizaciones que adopten procesos digitales podrán documentar adecuadamente su operación, minimizar errores y avanzar hacia un 2026 más ordenado y con mayor claridad operativa. La profesión contable se fortalece cuando combina experiencia técnica con herramientas que aseguren información confiable y accesible.
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